Uno de los requisitos indispensables para la renta de una casa o un departamento es contar con el respaldo de un tercero que pueda responder por el futuro inquilino, en caso de que este faltara a sus obligaciones dispuestas en el contrato de arrendamiento.
En este apartado, te contaremos todo lo que debes saber sobre el fiador y los requisitos con los que debe cumplir.
En la mayoría de los procesos de renta los propietarios no conocen a la persona con la que están haciendo el acuerdo, lo que puede poner en riesgo su integridad y la de su patrimonio. Debido a ello, es necesario solicitar una garantía que les asegure el cumplimiento del contrato, pese a que el inquilino no responda a su compromiso.
De acuerdo al artículo 2802 del Código Civil de la Ciudad de México, el fiador debe ser una “persona que tenga capacidad para obligarse y bienes suficientes para responder de la obligación que garantiza”.
Es decir, el fiador quedará como responsable de una persona si esta no puede seguir cumpliendo con sus obligaciones y, para que eso suceda, deberá demostrar que cuenta con las capacidades para solventar el daño que pudiera ocasionarse.
Mencionamos capacidades porque en el proceso de arrendamiento el fiador, además de contar con la solvencia económica, deberá ser propietario de un bien inmueble, el cual quedará como garantía. Esto no quiere decir que vaya a perder su propiedad, pero es una medida de seguridad por si se resiste a cumplir con las obligaciones que adquirió como fiador.
De una manera simple, podemos dividir a los tipos de fiadores en dos categorías:
El primer tipo de fiador es alguna persona cercana a ti que cuente con la liquidez demandada para cubrir la deuda suponiendo que tú no puedas hacerlo. Por lo general suelen ser amigos, padres, tíos o cualquier otra persona allegada a ti.
Es importante que ambas partes tengan muy claro cuáles serán sus responsabilidades, los montos a pagar si surge la deuda, entre otros términos relevantes antes de la firma del contrato. Sé muy cuidadoso al elegir como fiador algún amigo o familiar, pues ellos te estarán brindando toda su confianza y sería un gravísimo error quebrantarla.
Otro tipo de fiador son las empresas que ofrecen este servicio para quienes no cuentan con un conocido que cumpla con los requisitos. Si decides contratarlo, deberás asegurarte de que la empresa a la que estás acudiendo es de confianza y está autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Ten en cuenta que algunas afianzadoras te pedirán alguna contragarantía, implicando una inversión extra.
El principal requisito que debe cumplir el fiador es ser capaz de demostrar que cuenta con los medios para cubrir la deuda. Para un contrato de arrendamiento, se pide que el fiador cuente con alguna propiedad que funcione como garantía. Esta propiedad deberá estar registrada a su nombre en el Registro Público de la Propiedad y encontrarse en la misma ciudad donde vivirás. En algunos casos, los arrendadores aceptan propiedades en otra ciudad, pero suelen preferir que se localice en la misma.
Dentro de los documentos que normalmente son solicitados, se encuentran los siguientes:
Existen opciones para aquellos que no encuentran una persona que cumpla con los requisitos para ser un fiador, que prometen los mismos beneficios.
La fianza de arrendamiento es un contrato que se lleva a cabo entre una afianzadora y las partes involucradas en el proceso de renta, donde se especifica que la afianzadora se hará cargo de las deudas que el inquilino haya adquirido en caso de que este no pueda hacerlo.
Uno de los grandes beneficios de aceptar una fianza de arrendamiento es que el propietario obtendrá la garantía jurídica para hacer valer sus derechos, además que el proceso será mucho más rápido, pues estas empresas están especializadas en solución de daños.
Para obtener una fianza de arrendamiento se requiere un contrato que contenga todas las especificaciones del arrendamiento tales como plazos, ubicación de la propiedad, monto de renta y pago de servicios. Asimismo, el contrato debe estar firmado por el arrendador y arrendatario. Y por último, se solicita un contrato-solicitud de fianza firmado por el solicitante.
Es importante tener presente que la fianza de arrendamiento tiene un costo que varía dependiendo del valor de renta de la propiedad. Por lo general, el deducible equivale entre 70% y 90% de la renta mensual.
Si tienes algún problema consiguiendo al fiador, en algunas ocasiones el arrendatario está dispuesto a negociar. Piensa en qué puedes ofrecerle de manera que vea tu compromiso, sé honesto y busca la posibilidad de llegar a un acuerdo.
